A casi un siglo de este acontecimiento, más precisamente, 98 años, refrescar que desde siempre hubo incidientes en los espectáculos deportivos, puntualmente en el básquetbol. MONTEVIDEO ARCAICO transcribe el texto copiado sic de un evento de "boxeo" en una cancha de básquetbol.
Por esos días, la cancha de la Unión Atlética del Uruguay estuvo en Cerrito 475, local del Club Católico. Vaya lugar para incidentes así!!
EL PARTIDO DE AYER TERMINA A GOLPES DE PUÑO
Un público que llenaba las dependencias del field de la Unión Atlética del Uruguay, concurrió anoche a presenciar el encuentro amistoso concertados entre los clubs de primera división, Atenas y Peñarol. A la hora 21 y 30 pasada, el señor Francisco A. De Munno, llamó a los competidores, haciéndoles resaltar que se efectuaría una práctica que sería indudablemente provechosa para ambas instituciones y por lo tanto esperaba que todos los actores se portaran correctamente, no olvidando que se encontraban en una institución amiga que galantemente había cedido su local.
Los cuadros formaron así:
Atenas: David Estévez, Martín y Alfredo Aragón; Alfredo Lagomarsino, Juan Antonio y Ramón Collazo.
Peñarol: Raúl Yon Parodi y Carlos Gabín; J. Baeza, Haroldo Rumi y Alejandrino Ramos.
El lance resultó por supuesto bastante falto de interés, notándose sin embargo muchas jugadas ilícitas. Al fenecer el primer tiempo, el score era favorable a los atenienses por 9 tantos a 6. En la segunda etapa, Atenas logró dominar, aunque los canastos fueron vencidos muy pocas veces. Faltando unos 10 minutos, un jugador de Peñarol, aunque no intencionalmente, cometió foul a un competidor contrario, bastando ello para que el representante del Atenas lo agrediera a golpes de puño, originándose con tal motivo una bataola fenomenal, pues el público y jugadores entremezclados hacía lo humanamente posible por evitar que el incidente tomara mayores proporciones. Un jugador de Peñarol, al pretender salir en defensa de su compañero, provocó mayor desórden. Como la cosa parecía no tener remedio, se apagaron las luces del gimnasio y el partido quedó terminado.
La Unión Atlética del Uruguay, en vista de este hecho bochornoso ha resuelto y muy acertadamente, no permitir el acceso a su local a ningún elemento que no le pertenezca.
