MUJER ignorada en su propio aviso fúnebre
Hace 126 años...
Resulta interesante difundir cada tanto tiempo este tipo de aviso fúnebre para que las generaciones actuales perciban cuanto se ignoró injustamente a LA MUJER en el pasado.
Como esta señora Catalina B. no tuvo la suerte de tener un padre o algún hermano varón vivos, es imposible saber su apellido. Pudo haber salvado esta situación si su madre hubiera estado viva ya que seguramente el diario como era de estilo hubiera publicado el nombre de pila de la mamá junto a la inicial de su apellido y seguido el "de tal apellido de su esposo"...
Sólo así hoy estaríamos leyendo el apellido de la señora Catalina pero colateralmente, no por "merecimiento propio".
Puede haber infinidad de faltas de respeto pero ignorar el apellido de una difunta en su propio aviso fúnebre debe ser de lo más degradante y sumarle que lo más trascendente era que estaba casada con el señor Rodríguez cuando puntualmente en el Uruguay, Rodríguez siempre fue de los apellidos más populares desde que los españoles superaron a los italianos en esa corriente migratoria que pobló a nuestro país.
Sea Rodríguez o el apellido que fuere, una falta de respeto enorme hacia LA MUJER.